Palabras Punzantes

Un día lluvioso, el viento golpeaba con fuerza en lo alto de la colina, un cielo nublado y oscuro como la muerte lanzaba relámpagos con tal violencia que a las raíces mas profundas de los arboles milenarios las hacia temblar. Una silueta recortaba el horizonte, negra armadura brillante, donde unos brillantes ojos llenos de odio miraban a la nada. Con gesto de descarado desmonto su corcel  y blandiendo un hacha de proporciones inmensas se dispuso a bajar la colina, un aroma a vida le hizo detenerse en seco y al girar para enfrentarse a su enemigo se encontró de frente con una hija del bosque, la mas bella que jamas había visto. Mirándose fijamente, como si de un hechizo se tratase, quedo prendado de ella, soltó el arma, y sin darse cuenta se fundió en un abrazo convirtiéndose ambos en un solo alma. Ella portaba un simple vestido blanco típico de su pueblo, su larga cabellera color miel resaltaba sus penetrantes ojos verdes. Le quito el yelmo con suavidad y observo el rostro del...

Larga es ya la espera, no tengo prisa por mirar en mi interior y buscar algo en lo que pensar. Miro al cielo y traspaso el enorme manto de oxigeno que me cubre, intento localizar con mi mirada el punto mas brillante, que segundos mas tarde se extinguirá en una fuerte explosión de sentimientos que dejaran al descubierto la desnudez de mi alma. Rompo con la realidad,prefiero pensar en mundos lejanos donde poder volar con solo imaginarlo, un lugar donde los sueños siempre se cumplen y las pesadillas solo sean las historias de una lejana civilización que se auto-destruyo por no creer en si mismos. Viajo transportado por la brisa suave del mar, nado entre las corrientes de lava que simplemente queman mis recuerdos hasta que me olvido por completo de mi pasado. Encuentro el refugio en una cueva de soledad, antes las habitaban bestias ahora la habito yo.