Tan fácil es describir el dolor y tan difícil es mostrar el amor que me pierdo en la marea de las palabras sin darle sentido al camino que he de recorrer.
Perdido en una isla de soledad, de la cual soy el único que sabe fabricar la balsa que ha de sacarme de allí y en la otra orilla buscar entre la maleza el camino que he de labrar con mis propias manos.
Traigo el oscuro pensamiento de no amar, pero vuelvo a caer en la rutina de la autodestrucción, que ya no se si es real o simplemente es llamar la atención de esa persona que mira hacia otro lado del abismo que nos separa.
Mil sueños llegan a mi mente y uno a uno los desecho por que perdí la ilusión, ilusión que guarde en el fondo de un cajón, pues harto de pegar los pedazos de mi corazón los guarde junto a la razón, y ahora la locura se apodera de mi, pues sabe que nunca podre vivir sin ti.
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