La Tierra se estremece con el temblor del latido de mi corazón, las grietas del planeta se juntan y dejan de sangrar, expulsión del magma desde el interior de mi alma y con su ardiente lava cicatrizan las heridas de hecatombes pasadas.
Salgo del pozo de la eternidad, la luz del día daña mis ojos, busco en la penumbra uno de los millones de caminos que extienden ante mi.
Me guió en la oscuridad asta llegar al oasis de luz donde sacio mi sed en el abrigo de tus brazos, tus besos y tus caricias bañan mi cuerpo y despejan todo rastro de dolor y sufrimiento.
En el horizonte vuelvo a vislumbrar los caminos de la eterna decisión, sin pensarlo, agarrado a ti, tomo la decisión de que el camino que he de seguir sera el que los dos juntos construyamos.
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